Cocinar pasta a elección, siendo los spaghettis n° 5 los recomendados.
Siga las instrucciones del envase o en una olla con agua hirviendo más sal, añada la pasta y revuelva de vez en cuando hasta que esté al dente (máximo 8 minutos)
Para verificar, puede romper un tallarín con un tenedor o probarlo.
Al estar listos, reserve una taza de agua de la cocción y drene el resto.
En una sartén en fuego bajo, añadir tocino picado en cuadraditos y utilizando la grasa de éstos, cocinar hasta que se doren.
Sazonar con sal y pimienta, agregando el ajo dorado y cocinarlo por 1 minuto, controlando que no se queme.
Agregar el vino blanco y revolver hasta que pierda el aroma a alcohol.
Mientras se prepara, en un bowl resistente al calor, batir una yema, reservando la clara para otra preparación e ir añadiendo el agua de la pasta en hilos, sin parar de batir.
En una olla más pequeña con agua hirviendo lo suficiente para que al estar apagada aún tenga vapor, dejar el bowl encima (baño maría) y seguir batiendo por unos minutos más.
Si son huevos pasteurizados, puede saltarse ese paso.
Añadir la mezcla de yema y la pasta cocinada a la sartén (apagada) que cocinó el tocino, ratificando sazón.
Terminar con el queso rallado y el aceite de oliva, revolviendo hasta incorporarlo.
Antes de servir, cocine por un minuto más sin parar de revolver (con cuidado de no romper la pasta) y sirva con pimienta recién molida encima.
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