Cortar la mantequilla en daditos y dejar que se ablande a temperatura ambiente.
Templar la leche en un cazo, añadir la levadura desmenuzada y remover hasta disolver.
En el bol de la amasadora colocar la harina, la sal, el azúcar, 3 huevos y la mezcla de leche con levadura. Remover para mezclar un poco con una espátula y amasar hasta que la preparación se despegue de las paredes del bol. Incorporar la mantequilla y amasar hasta que esté bien integrada la mantequilla.
Tapar con papel film y dejar levar hasta que haya doblado su volumen. Aplastar la masa para quitarle el aire y dejar reposar hasta que vuelva a doblar su volumen.
Formar un cilindro con la masa, cortarlo por la mitad y después cada parte en 6 porciones. Darles forma de bola y dejar reposar una hora a temperatura ambiente. Estirar con el rodillo dándoles forma ovalada y empezando a tres centímetros de un extremo, cortar en 6 o 7 tiras con la ayuda de un corta pizza o cuchillo bien afilado.
Partir la fruta confitada en daditos y colocar sobre las porciones de masa cortadas. Enrollar al bies con suavidad, empezando por la parte sin cortar y acabar en el otro extremo. Procurar que la fruta no salga.
Unir los extremos de los cilindros de modo que uno de ellos quede hacia el centro y colocar los bollitos obtenidos en una placa de horno sobre un papel sulfurado separados entre sí.
Cascar el huevo restante en un cuenco y batirlo. Pincelar ligeramente los bollitos e introducirlos en el horno precalentado a 180º.
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